viernes, 23 de diciembre de 2011

Futuro Simple


Muchos creemos que el futuro no existe. Hoy así, sin más, pues no quiero traer a este frente de líneas los conceptos de la filosofía del “nunca tiempo” y su presente eterno, sino la concepción clásica, común a gran parte de las civilizaciones dadas en esa parte de la Ciencia que llamamos Historia, y que entiende el tiempo desde el punto de vista lineal y el futuro, como el tracto de línea que aún no ha sucedido, que aún no hemos experienciado y que nada tiene que ver con la consideración que del tiempo hacen los físicos como cuarta dimensión. Hablo de la especulación, de la conjetura que es ese recorrido lineal aún por suceder y por último también hablo de una de mis frases favoritas, que es un viejo adagio chino que reza que la Constancia es más fuerte que el Destino.Todo esto viene a cerrar este año que agoniza y a alentaros y precaveros del año que entra y que nada bueno preconiza si nuestra actitud no es precisamente firme en el acuerdo y en la necesidad de hacer frente común, como mejor manera de que seamos un dique de contención ante tanta falta de contención. Vendrán los días imbuidos de religión, de karmas, de paraísos y fines del mundo, de auténtica y pura especulación basada en el miedo y en la superstición, la charlatanería y la incultura, vendrán los días de los titiriteros una vez más, de los prestidigitadores que chasquean los dedos frente a nuestra nariz mientras no roban la cartera con la otra mano. Pero, como quiera que todo es especulación, intento, bien pueden ser también los días de todo lo contrario, pues no somos sino nosotros quienes somos capaces de conjugar la palabra cambio, presente, sí presente, pero sólo cuando llegue, cuando forcemos que sea. Dado que el presente de alguna manera es presenciar lo que hay, se trata pues de hacer que lo que sea, sea de nuestro completo agrado. No hay más, que la palabra engaño no sea nuevamente uno de los vocablos más usados. Proponeos el salto, no nadar contracorriente o a favor, pensad en nadar hasta la orilla, en salir del río, en no conformarse con lo que se supone que nos viene dado, porque no es así. Somos todo aquello que exigimos. Exijamos, exijámosles.